Por Santiago Bardanca.
Son Francia, Grecia, Italia, España y Portugal.
En 1974-75, Grecia, España y Portugal se deshicieron de los
últimos regímenes autoritarios de la Europa occidental y comenzaron con éxito
sus respectivas transiciones hacia la democracia liberal. Lo que distingue al
sur de Europa (y en menor medida a Francia1) del resto de Europa occidental y
de Norteamérica es el hecho de que las instituciones liberales (el
industrialismo capitalista y la democracia política) se desarrollaron más
tarde.
Esta tardía transición a la democracia en los países
mediterráneos ha producido unas determinadas pautas de relación entre los
medios de comunicación y el mundo político “pluralismo polarizado”.
Los medios estaban muy implicados en los conflictos
políticos y todavía sigue la costumbre de considerarlos como un medio de
expresión ideológica y movilización política. Al tiempo, el desarrollo de los
mercados de medios comunicativos privados era bastante débil, lo que
significaba que los medios debían depender del Estado o de los partidos, o de
ciertas instituciones particulares, y así se refrenaba la profesionalización y
la autonomía de los medios.
En ninguno de los países mediterráneos acababa de aparecer
una prensa de gran tirada. Sólo en Francia este proceso fue más completo. La
Revolución y la Declaración de los Derechos del Hombre y el Ciudadano marcaron
el primer período de libertad de prensa. Las tiradas aumentaron. El período
desde 1881 hasta la I Guerra Mundial se conoce como la Edad de Oro de la prensa
francesa. La experiencia francesa tuvo impacto directo en el resto de países
mediterráneos, donde el desarrollo de los medios de comunicación es parecido,
aunque la prensa comercial tenía menos fuerza que en Francia.
En Italia y España la prensa empezó a desarrollarse tras la
invasión napoleónica, y la función de la prensa era librar batallas entre la
tradición y la modernidad. Los niveles de alfabetización eran bajos excepto en
Francia. En las décadas de 1920 y 1930 el desarrollo de la prensa fue
interrumpido por las dictaduras, especialmente en España y Portugal. Y
losprimeros periódicos griegos eran del exilio publicados durante la ocupación
turca. En España y Portugal, la dictadura ahogó el desarrollo de partidos de
masas y de prensa de partidos. Los periódicos de partidos no han desempeñado
ningún papel importante en el período democrático. La dictadura de Salazar en
Portugal nunca dio mucha importancia a la prensa.
Los medios vinculados a la Iglesia sí han desempeñado un
papel importante. El periódico de propiedad católica Ya fue el de mayor tirada
en España en los 70; así como el católico liberal La Croix en Francia, y
L’Obsservatore Romano en Italia. La Iglesia posee importantes redes
radiofónicas en España y Portugal. En general, tanto los periódicos comerciales
como los partidistas o de la Iglesia, se han dirigido hacia una élite
interesada en la política.
A partir de 1970-80 se produjo en los países mediterráneos
un movimiento hacia una prensa orientada más al mercado: La Repubblica
(Italia), Público (Portugal), El País y Diario 16 (España). Y las tiradas
aumentaron considerablemente en España y Portugal en los 90.
Los tabloides o periódicos sensacionalistas están
prácticamente ausentes en la región mediterránea. Aquí el papel de la prensa
popular lo suplen los diarios deportivos y la “prensa del corazón”. La prensa
local tampoco está muy desarrollada, excepto en Francia.
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